Camila tocó su puerta 3 veces, 10 minutos pasaban entre cada una de ellas. La puerta no abría, Camila entonces se sentó a esperar.
Espero 7 días y 6 noches. En la séptima noche tocó de nuevo y una vez más, no recibió respuesta.
Entonces su corazón se partió en mil pedazos y diez más. Sus ojos se llenaron de lágrimas y se retiró.
Se rindió. Su corazón nunca debió descongelarse.
Espero 7 días y 6 noches. En la séptima noche tocó de nuevo y una vez más, no recibió respuesta.
Entonces su corazón se partió en mil pedazos y diez más. Sus ojos se llenaron de lágrimas y se retiró.
Se rindió. Su corazón nunca debió descongelarse.
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